Virginia y otros estados de la región Atlántica Central enfrentan una fuerte tormenta invernal con acumulaciones de nieve de hasta 25 centímetros y capas de hielo de más de un centímetro en algunas zonas.
Ante el riesgo de apagones, daños a la infraestructura y accidentes en las carreteras, el gobernador de Virginia, Glenn Youngkin, declaró el estado de emergencia, permitiendo la movilización de recursos para apoyar a las autoridades locales. Escuelas y oficinas gubernamentales cerraron el martes en previsión de condiciones peligrosas en las vías.
El impacto de la tormenta se extiende más allá de Virginia. En el este de Tennessee, se esperan hasta 20 centímetros de lluvia, lo que aumenta el riesgo de inundaciones.
En Oregon y Montana, una ola de frío extremo ha llevado a la apertura de refugios y operativos para proteger a las personas sin hogar. En Detroit, dos niños murieron por exposición al frío en una tragedia que pone de relieve la dureza del clima invernal y la necesidad de medidas de emergencia efectivas.
Mientras la tormenta avanza, las autoridades meteorológicas advierten que otro sistema traerá fuertes nevadas a Kansas, Missouri y los Grandes Lagos en los próximos días.
El frío extremo, con sensaciones térmicas de hasta -36°C en algunas regiones, sigue representando una amenaza mortal. Con la combinación de nieve, hielo, vientos gélidos y lluvias intensas, el invierno demuestra que aún tiene sorpresas para Estados Unidos en esta temporada.