Venezuela anunció la llegada de aviones de Conviasa con migrantes repatriados desde EE.UU., como parte de los acuerdos entre el gobierno de Nicolás Maduro y el enviado especial de Washington, Richard Grenell. Según el ministro de Comunicación, Freddy Ñáñez, Caracas exigió que el traslado se realizara con respeto a los derechos humanos y en aeronaves venezolanas.
Desde el gobierno venezolano rechazaron la narrativa de que algunos repatriados estarían vinculados al «Tren de Aragua», señalando que dicha organización fue desmantelada y acusando a medios y sectores de EE.UU. de criminalizar a los migrantes. También se comprometieron a investigar a quienes sean señalados de delitos por la justicia estadounidense.
Maduro reiteró la propuesta de una «agenda cero» con EE.UU. para restablecer relaciones bilaterales basadas en el respeto y la cooperación en seguridad y justicia. Esto incluiría acciones conjuntas contra el tráfico de personas y el crimen organizado.