El Vaticano autorizó que personas homosexuales y transexuales puedan ser padrinos y testigos en bodas y bautismos, según indica una carta firmada por el papa Francisco, con respuestas canónicas que el Dicasterio para la Doctrina de la Fe envió al obispo brasileño de San Amaro, monseñor José Negri, dijo este miércoles la agencia italiana de noticias ANSA.
«Un transexual incluso si se ha sometido a tratamiento hormonal y cirugía de reasignación de sexo puede recibir el bautismo, en las mismas condiciones que los demás creyentes, si no se dan situaciones en las que exista riesgo de generar escándalo público o desorientación en los fieles», cita la misiva.
En el texto, el cardenal argentino Víctor Manuel Fernández, que conduce el mencionado dicasterio, dice que los niños o adolescentes que son hijos de trans también pueden cumplir con ese rito cristiano si están «bien preparados y dispuestos».
«En determinadas condiciones, puede ser admitido como padrino o madrina un transexual adulto que se haya sometido a un tratamiento hormonal o a una operación quirúrgica», señala en respuesta a una pregunta.
Sin embargo, aclara, dado que esa función no constituye un derecho, la prudencia pastoral exige que no se permita ejercerla en caso de que exista peligro de escándalo o «desorientación en el ámbito educativo de la comunidad eclesiástica».
La decisión del Vaticano marca un avance en la inclusión de personas LGBTQ+ en la Iglesia.
Las personas LGBTQ+ en la Iglesia ahora tienen la oportunidad de desempeñar roles importantes en los rituales.
La Iglesia católica se adapta a los tiempos modernos con esta nueva política.
La aceptación de los hijos de personas transgénero en el bautismo es una señal de apertura.
La Iglesia católica continúa evolucionando y adaptándose a las necesidades de sus miembros.
Esta decisión puede abrir el camino para una mayor aceptación de la diversidad en la Iglesia.
La prudencia pastoral es un principio que busca proteger la integridad de la comunidad religiosa.