Un trágico accidente sacudió Bolivia este lunes cuando un autobús de la empresa San José cayó a un barranco de 800 metros en la región de Potosí, dejando al menos 31 muertos y 15 heridos.
El siniestro ocurrió en la carretera que conecta Potosí con Oruro, cerca de la localidad de Yocalla, en una zona de curvas pronunciadas. Equipos de rescate, bomberos y ambulancias acudieron al lugar para asistir a los heridos y recuperar los cuerpos de las víctimas, que fueron trasladados a la morgue del hospital público de Potosí.
Las primeras investigaciones sugieren que el conductor pudo haber perdido el control del vehículo debido al exceso de velocidad en una carretera con pendientes peligrosas.
Las imágenes difundidas en redes sociales muestran el autobús completamente destruido en el fondo del barranco. Entre los heridos se encuentran cuatro niños en terapia intensiva con fracturas graves, mientras que los adultos presentan lesiones abdominales y fracturas que requieren evaluación médica.
Este accidente pone nuevamente en evidencia los peligros de las carreteras bolivianas, donde cada año se registran alrededor de 1,400 muertes y 40,000 heridos por siniestros viales, en su mayoría causados por fallas humanas.
Las autoridades han iniciado una investigación para determinar las causas exactas del incidente y evaluar medidas de prevención para evitar nuevas tragedias en las rutas del país.
Dios mío, qué tragedia tan grande, 31 vidas perdidas en un abrir y cerrar de ojos.
Esas carreteras de montaña son un peligro, y si le sumas la velocidad, el riesgo es mayor.
Qué dolor para esas familias, uno sale a trabajar o a viajar y no sabe si vuelve.
Esos niños en terapia intensiva, ojalá puedan salir de esa, qué situación más triste.
Si el exceso de velocidad fue la causa, hay que poner mano dura con los choferes irresponsables.
Cada año pasan accidentes así en Bolivia, ¿y las autoridades cuándo van a actuar?
Un barranco de 800 metros, eso no es un accidente, eso es una sentencia de muerte.
Esos choferes tienen que manejar con más conciencia, no es solo llegar rápido, es llegar vivo.
Esas imágenes del autobús destruido dan escalofríos, qué impacto tan fuerte.
Imagínate el susto de la gente en ese autobús cuando vieron que se iban al vacío.
En esas carreteras no hay margen de error, un descuido y se acaba todo.