Las fuerzas ucranianas informaron que atacaron un aeródromo en el sur de Rusia, en la región de Krasnodar, utilizado para lanzar drones Shahed de fabricación iraní.
El ataque, realizado de noche, provocó un incendio en el aeródromo de Primorsko-Akhtarsk, que también alberga aviones usados para atacar las regiones ucranianas de Jersón y Zaporiyia.
Aunque Ucrania afirmó que su ataque había tenido éxito, no fue posible verificar de forma independiente el incidente, y Rusia solo mencionó que derribaron algunos de los drones ucranianos en la zona.
Paralelamente, Francia anunció la entrega del primer lote de cazas Mirage a Ucrania, como parte de un compromiso realizado por el presidente Emmanuel Macron en junio.
Los aviones fueron entregados con pilotos ucranianos entrenados en Francia, y se espera que ayuden a fortalecer la defensa aérea de Ucrania. Esta entrega se suma a los F-16enviados por otros países europeos, aunque las autoridades ucranianas no han destacado mucho su presencia en las declaraciones oficiales sobre los combates.
Mientras tanto, las fuerzas rusas lanzaron 77 drones Shahed y misiles balísticos Iskander-M sobre Ucrania durante la noche, según reportó la Fuerza Aérea de Ucrania. Esta nueva fase de ataques refleja la continua escalada del conflicto que ha involucrado tanto a la aviación como a los ataques con drones a larga distancia.