A ocho días de las elecciones en EE. UU., Donald Trump y Kamala Harris intensifican sus campañas en estados clave.
Trump realizó un mitin en el Madison Square Garden de Nueva York, donde enfatizó sus planes para detener la inmigración indocumentada y deportar a los que considera “criminales”. En contraste, Harris, en Filadelfia, instó a los votantes a no quedarse al margen y centrarse en el futuro de la nación.
Más de 41 millones de estadounidenses ya habían votado anticipadamente, un número significativo, aunque inferior al de 2020.
Las encuestas reflejan una carrera muy reñida, con una encuesta reciente de CBS News/YouGov que muestra a Harris liderando con un 50% frente al 49% de Trump, aunque el margen de error hace que el empate sea posible.
Trump haciendo ruido en Nueva York como siempre, pero ¿realmente sabe cómo abordar el problema de la inmigración?
Harris en Filadelfia pidiendo que la gente no se quede al margen, pero la pregunta es: ¿realmente pueden confiar en ella?
Más de 41 millones ya votaron anticipadamente, y aunque no es como en 2020, sigue siendo un número fuerte.
La pelea está reñida, pero a este paso, los electores deben estar cansados de la misma canción de siempre.
Las encuestas muestran a Harris en ventaja, pero Trump siempre tiene una forma de dar la campanada en el último minuto.
En pleno mitin, Trump promete deportaciones, como si eso fuera a resolver el lío que tiene el país.
Harris habla del futuro, pero muchos se preguntan si eso significa un cambio real o más de lo mismo.
La campaña se intensifica, pero ¿realmente están presentando ideas frescas o solo viejas promesas?
Ambos candidatos parecen más concentrados en el ataque que en proponer soluciones reales para la nación.
A medida que se acercan las elecciones, la tensión se siente en el aire, pero ¿será que el electorado está escuchando de verdad?