El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, pidió el 27 de diciembre a la Corte Suprema que posponga la implementación de una posible prohibición de TikTok, programada para el 19 de enero de 2025, con el objetivo de alcanzar una “resolución política” al conflicto en torno a la popular red social.
En un comunicado judicial, Trump señaló que su solicitud no toma posición sobre los méritos de la disputa, pero insiste en la necesidad de evitar decisiones apresuradas mientras la controversia se revisa a fondo.
El caso se centra en una legislación aprobada por el Congreso y firmada por el presidente Joe Biden, que obliga a ByteDance, empresa matriz de TikTok con sede en China, a vender sus operaciones estadounidenses a una empresa no asiática. La ley, que extiende el plazo de desvinculación hasta enero de 2025, busca mitigar riesgos de espionaje vinculados al Partido Comunista Chino, según los legisladores.
TikTok, en respuesta, apeló ante la Corte Suprema después de que un tribunal menor rechazara una pausa temporal en la ley, calificando la prohibición como justificada por preocupaciones de seguridad nacional. La Corte analizará los argumentos de ambas partes el próximo 10 de enero, poco antes de que Trump asuma la presidencia el 20 de enero.
Durante su campaña, Trump aseguró en TikTok que “nunca prohibiría la plataforma”, a pesar de haber intentado bloquearla en su primer mandato. Este cambio de enfoque ha generado expectativas de que su próxima administración podría buscar una solución más favorable para la compañía.
Mientras tanto, la solicitud de Trump ha abierto un nuevo capítulo en el tenso enfrentamiento entre Estados Unidos y China, destacando las implicaciones de la tecnología en la seguridad nacional y la economía global.