Trump endureció su postura sobre Gaza al afirmar que EE.UU. tomará el control del enclave y trasladará a los palestinos a una «parcela» en Jordania o Egipto.
Durante una reunión con el rey Abdalá II, justificó la medida asegurando que el reasentamiento permitirá el desarrollo económico de la Franja con la construcción de hoteles, oficinas y viviendas. Además, afirmó que los palestinos solo quieren quedarse en Gaza porque «no conocen otra cosa».
El monarca jordano, presionado por Trump, aceptó acoger a 2,000 niños palestinos con enfermedades graves, mientras que el mandatario estadounidense calificó la decisión como un «gesto hermoso».
Sin embargo, la propuesta de Trump para el control de Gaza ha sido rechazada por Jordania y Egipto, que insisten en la necesidad de una solución de dos Estados. La comunidad árabe también ha expresado su rechazo al plan.
El 27 de febrero, la Liga Árabe celebrará en El Cairo una cumbre extraordinaria sobre Palestina, donde se espera una postura unificada contra el desplazamiento forzado de palestinos.
La propuesta de Trump ha generado una fuerte reacción en la región, con líderes árabes advirtiendo que no permitirán cambios en el estatus de los territorios palestinos ni el desplazamiento de su población.