El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se mostró confiado en que las actuales tensiones comerciales con China terminarán en algo positivo, pese a la intensa guerra de aranceles entre ambas potencias.
Durante una conversación con periodistas en el Air Force One, defendió su política arancelaria alegando que EE.UU. ha dejado de perder miles de millones de dólares diariamente y que ahora es China la que enfrenta pérdidas significativas.
Trump afirmó sentirse cómodo con la presión económica impuesta y criticó a sus predecesores por haber permitido lo que considera una relación comercial injusta durante años.
No obstante, elogió al presidente chino, Xi Jinping, describiéndolo como un líder inteligente con quien mantiene una buena relación, y expresó esperanza de que esa conexión personal pueda contribuir a una solución.
A pesar de los mensajes conciliadores, la realidad es que ambos países han intensificado los aranceles esta semana: China impuso un 125 % a productos estadounidenses y EE.UU. elevó los suyos al 145 %.
Mientras China promete luchar “hasta el final”, Trump sostiene que los chinos desean un acuerdo, pero “no saben cómo hacerlo”. La situación ha provocado inestabilidad en los mercados y aún no hay indicios concretos de un diálogo formal.
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