El presidente de EE. UU., Donald Trump, agradeció a su homólogo salvadoreño, Nayib Bukele, por aceptar migrantes expulsados, a quienes calificó como «criminales».
Trump aseguró que Bukele les está dando un «maravilloso» lugar para vivir, aunque la mayoría ha sido recluida en el Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot), la megacárcel que simboliza la lucha del gobierno salvadoreño contra las pandillas.
La deportación incluyó a 17 presuntos miembros del Tren de Aragua y la MS-13, trasladados en un operativo militar, según un video compartido por Bukele. Sin embargo, ni EE. UU. ni El Salvador han presentado pruebas sobre su pertenencia a estos grupos.
La medida forma parte de una política migratoria más estricta bajo Trump, quien invocó la Ley de Enemigos Extranjeros de 1798 para justificar estas expulsiones masivas.
Esta acción ha generado controversia, ya que organizaciones de derechos civiles han iniciado litigios para frenar las deportaciones. El pasado 15 de marzo, Trump ya había ordenado la expulsión de 200 migrantes, en su mayoría venezolanos.
Mientras tanto, el gobierno salvadoreño defiende su política de seguridad, destacando que las cárceles son una herramienta clave en su lucha contra el crimen organizado.
Trump y Bukele, aliados en migración: EE. UU. expulsa migrantes y El Salvador los encierra.
¿Justicia o castigo?: deportados sin pruebas terminan en la megacárcel de Bukele.
Tren de Aragua y MS-13 en la mira: deportaciones masivas avivan la controversia.
Trump endurece su política migratoria: recurre a una ley de 1798 para expulsar migrantes.
Bukele agradece las deportaciones: pero grupos de derechos humanos denuncian abusos.