Las tropas norcoreanas enviadas para apoyar a Rusia en la guerra contra Ucrania han sido retiradas del frente en la región de Kursk tras sufrir grandes bajas, según informes del Servicio de Inteligencia de Corea del Sur.
Se estima que al menos 300 soldados norcoreanos murieron y otros 2.700 resultaron heridos. Ni Moscú ni Pyongyang han reconocido oficialmente la participación de estos soldados, aunque Ucrania asegura haber capturado a varios de ellos.
Mientras tanto, en el frente, Rusia sigue avanzando en el este de Ucrania, donde un misil ruso impactó en Izyum, matando a cuatro personas e hiriendo a 20 más.
En el ámbito político, el presidente estadounidense Donald Trump sugirió que Ucrania debería ofrecer minerales de tierras raras a cambio del apoyo militar de EE.UU., lo que generó reacciones en el Kremlin.