El presidente surcoreano, Yoon Suk-yeol, fue liberado tras 52 días de detención luego de que un tribunal declarara ilegal su arresto por insurrección tras la imposición de la ley marcial. La fiscalía decidió no apelar la decisión, permitiendo que Yoon regrese a la residencia presidencial mientras enfrenta el proceso penal y el juicio político que determinará si su destitución es definitiva.
La crisis política en Corea del Sur sigue escalando, con el Partido del Poder Popular celebrando la liberación de Yoon y la oposición denunciando la decisión como una rendición ante un líder acusado de insurrección.
Mientras tanto, el Tribunal Constitucional debe resolver en los próximos días si su destitución aprobada por el Parlamento en diciembre se mantiene, lo que obligaría a convocar elecciones anticipadas.
El caso ha provocado una fuerte polarización en el país, con protestas masivas tanto a favor como en contra de Yoon. Sus seguidores exigen su restitución y defienden la ley marcial, mientras que la oposición y grupos progresistas insisten en que se ratifique su destitución. La incertidumbre política y social en Corea del Sur sigue en aumento mientras se espera la decisión final del tribunal.
Corea del Sur en un nivel de crisis política que nadie vio venir
Yoon pasó de presidente a detenido y ahora libre en tiempo récord
La oposición dice que esto es una rendición, pero la pelea sigue
El tribunal constitucional tiene la última palabra sobre su futuro
Protestas en las calles y el país dividido, esto se complica más