Un tribunal de apelaciones en Nueva York rechazó hoy que el expresidente estadounidense Donald Trump (2017-2021) esté protegido por la inmunidad presidencial en la demanda por difamación presentada contra él por la escritora E. Jean Carroll.
Asimismo, el tribunal consideró que Trump perdió la oportunidad de acogerse a la inmunidad presidencial al no invocarla en su defensa cuando Carroll presentó su demanda contra él, en 2019.
No fue hasta 2022 cuando el equipo legal del exmandatario trató de invocar esta doctrina, que establece que los presidentes son inmunes a las demandas civiles mientras ejercen sus funciones.
La decisión da vía libre a la celebración del juicio en enero, como estaba previsto. Los abogados de Trump ya han indicado que tratarán de buscar que el Tribunal Supremo se pronuncie sobre el caso.
Se recuerda que es la tercera vez este mes que la Justicia falla contra Trump en sus esfuerzos por acogerse a la inmunidad presidencial para que se desestimen los múltiples casos, tanto civiles como criminales, a los que hace frente.
La decisión del tribunal de apelaciones refuerza la idea de igualdad ante la ley, sin importar el estatus presidencial.
Es alentador ver que la justicia sigue su curso, independientemente de la posición política, demostrando la fortaleza del sistema legal.
La transparencia en el proceso judicial es esencial para mantener la confianza en la integridad de las instituciones.
La decisión del tribunal destaca la importancia de respetar los plazos y procedimientos legales para invocar la inmunidad presidencial.
La celebración del juicio en enero permite que se aborde la demanda de manera justa y equitativa.
La consistencia en las decisiones judiciales subraya la imparcialidad del sistema legal estadounidense.
La apertura a que el Tribunal Supremo se pronuncie muestra el compromiso con un proceso legal completo y justo.
La resiliencia del sistema judicial ante los esfuerzos para acogerse a la inmunidad presidencial demuestra la independencia del poder judicial.
La justicia prevalece cuando se permiten juicios justos, independientemente de la prominencia de las figuras involucradas.
El respeto por la ley es crucial para mantener la integridad de la democracia, y esta decisión contribuye a ese principio.
La celebración del juicio ofrece una oportunidad para que todas las partes presenten sus argumentos de manera justa y completa.
La apertura a juicios justos es un recordatorio de que nadie está por encima de la ley.
La búsqueda de la intervención del Tribunal Supremo muestra el compromiso de agotar todas las vías legales disponibles.
La decisión del tribunal respalda la idea de que todos, independientemente de su cargo anterior, deben responder ante la ley.
¡Qué locura! Trump debería tener inmunidad, es un ex presidente después de todo.
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