La Selección Española de Fútbol Femenino venció a Suecia por 2-3 en el primer encuentro de la Nations League y en el que el conjunto capitaneado por Irene Paredes se presentaba en el partido como campeona del mundo mientras que la selección sueca presumía de la primera posición en el ranking FIFA.
El encuentro iniciaba con la reivindicación de las jugadoras de la Selección española de fútbol femenino, que han querido expresar su descontento con lo ocurrido en la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) en el mes transcurrido desde que ganaran el Mundial en Sidney (Australia). Han decidido posar junto a las jugadoras de Suecia y mostrar un cartel que tenía el hashtag #SeAcabó y un lema en inglés que decía «nuestra lucha es global».
Los primeros 30 minutos no fueron cómodos para el conjunto de Montse Tomé, que no terminaba de encontrar la posición en el campo, generando apenas acciones de peligro y regalando la posesión por momentos.
En el minuto 23, en una jugada a balón parado, Eriksson conseguía sumar el primer tanto del partido con un remate de cabeza tras el saque de esquina. Del mismo modo y al filo del final de la primera parte, Athenea del Castillo con un derechazo desde fuera del área conseguía igualar el ‘luminoso’.
La segunda parte fue otro cantar. España dominaba la posesión y se acercaba al área rival. Una gran Aitana Bonmatí dirigía el rumbo de la pelota a su antojo, filtrando infinidad de balones a Mariona y Athenea.
Suecia esperaba montar un contraataque sin ninguna prisa hasta que Eva Navarro, en el minuto 77, adelantaba a España con un auténtico trallazo con la zurda. Las suecas, obligadas a reaccionar y subir al ataque, conseguían alcanzar la meta española cinco minutos después.
Finalmente, y con el tiempo reglamentario cumplido, en la última jugada del partido Ilestedt agarraba a Amaiur dentro del área. Mariona convertía el penalti dando tres puntos vitales y devolviéndole la sonrisa al conjunto español.
Es el primer paso para llegar a los Juegos Olímpicos de París en 2024. España, como mínimo, tiene que ser finalista si quiere estar en la primera edición olímpica de su historia, salvo que Francia (clasificada por ser anfitriona) alcance también la final. En ese caso, la otra selección se jugaría el pase en la lucha por el tercer y cuarto puesto.