Un terremoto de magnitud 7,2 sacudió este viernes las costas de Filipinas a una profundidad de 10 kilómetros, comunicó el Instituto Filipino de Vulcanología y Sismología.
El epicentro del sismo se encontraba a una distancia de unos 30 kilómetros al sur de la provincia de Sarangani.
En varias ciudades filipinas de las provincias de Sarangani y Dávao Occidental se produjeron destrozos tras el movimiento telúrico. Además reportan que se produjo un deslizamiento de tierra en Malapatan, en la provincia de Sarangani, tras lo cual algunos árboles bloquearon la carretera.
El jefe de la Policía de la ciudad de Koronadal, Amor Mio, declaró que no había informes de víctimas, pero agregó que las autoridades estaban comprobando los daños en un centro comercial de la urbe, situada cerca del epicentro del terremoto.
«Se ha ordenado la evacuación de los empleados por su seguridad. Según la Policía de la zona, se han producido daños importantes, pero aún no podemos determinar con seguridad el alcance», destacó Mio.
Según datos del Servicio Geológico de EE.UU. (USGS), la magnitud del sismo fue de 6,7.
La rápida respuesta de las autoridades al evacuar por precaución muestra un enfoque proactivo.
Afortunadamente, la ausencia de informes de víctimas es una noticia alentadora.
Es alentador saber que se están tomando medidas para garantizar la seguridad de todos.
Enviamos pensamientos positivos a las personas afectadas y confiamos en la resiliencia de la región.
La seguridad de los empleados es una prioridad, y la evacuación demuestra precaución.
La comunidad espera que la situación se resuelva rápidamente y con el menor impacto posible.