Las tensiones entre Israel y el movimiento palestino Hamás amenazan con desestabilizar el acuerdo de alto el fuego alcanzado el 15 de enero, tras acusaciones mutuas de incumplimiento de los términos pactados.
Tel Aviv acusa a Hamás de violar el pacto al no liberar a la rehén israelí Arbel Yehud y por no proporcionar información sobre el estado de los rehenes, lo que ha llevado a Israel a bloquear el retorno de los desplazados palestinos hacia el norte de la Franja de Gaza.
“Se esperaba que Hamás utilizara tácticas de manipulación durante el proceso, lo que ahora está ocurriendo”, afirmó Dmitri Guendelman, asesor del primer ministro Benjamín Netanyahu.
Por su parte, Hamás acusa a Israel de impedir el regreso de los palestinos desplazados, calificándolo como una violación directa del acuerdo. La agrupación asegura haber informado a los mediadores sobre el estado de Yehud y responsabiliza a Israel por los obstáculos en la implementación del pacto.
El 25 de enero, Hamás liberó a varias mujeres soldados en lugar de civiles, lo que provocó críticas desde Israel. A cambio, Israel liberó a 200 presos palestinos, incluidos algunos condenados por terrorismo. Hamás anunció que liberará a Yehud en una semana, según Al Jazeera, lo que podría aliviar las tensiones.
Miles de palestinos permanecen varados en el sur de Gaza, esperando autorización para regresar a sus hogares en el norte, mientras los desacuerdos entre ambas partes retrasan la implementación de medidas clave. Aunque el acuerdo incluía el paso de 600 camiones diarios de ayuda humanitaria, estas operaciones también enfrentan complicaciones.
El alto el fuego firmado en enero tiene tres fases. Hasta ahora, dos intercambios de rehenes por presos han tenido lugar. La segunda fase contempla la retirada gradual de tropas israelíes y el retorno de los desplazados al norte, mientras que la tercera incluye el intercambio de cadáveres.
Con cinco semanas más de intercambio previstas, las tensiones actuales podrían poner en riesgo los avances logrados hasta ahora, mientras mediadores internacionales intentan evitar un nuevo colapso en la región.