El ejército de Israel anunció el martes la aprobación de planes para una posible operación militar en el Líbano. En respuesta, el grupo armado libanés Hezbollah, a través de su líder Hassan Nasrallah, advirtió en un discurso televisado el miércoles que ningún lugar en Israel se libraría de sus cohetes si el Líbano fuera atacado. Estas amenazas mutuas han incrementado el temor a una extensión del conflicto en Gaza.
Hezbollah también ha amenazado con atacar Chipre, especialmente si Israel utiliza el espacio aéreo chipriota para realizar ataques.
Ante las amenazas, el presidente de Chipre, Nicos Christodulides, reafirmó que su país no está involucrado en la guerra de Gaza y destacó el rol de Chipre como parte de la solución, especialmente en el envío de ayuda humanitaria a Gaza. Christodulides subrayó que estos esfuerzos son reconocidos internacionalmente.
Chipre alberga dos bases militares británicas, una de las cuales es una base aérea, lo que podría aumentar su vulnerabilidad ante las amenazas de Hezbollah.
Mientras tanto, Israel continúa sus ataques aéreos en Gaza, en medio del intercambio de amenazas con Hezbollah, lo que ha intensificado la tensión en la región y aumentado el riesgo de un conflicto más amplio.
La situación sigue siendo tensa y cualquier escalada podría tener serias repercusiones no solo en Israel y el Líbano, sino también en otros países de la región como Chipre. La comunidad internacional observa con preocupación los desarrollos y busca formas de mediar para evitar una mayor violencia.