Un sismo de magnitud 5,1 sacudió este lunes las Islas Cícladas, en Grecia, prolongando la actividad sísmica que afecta la región desde hace cuatro semanas.
El epicentro se ubicó 25 kilómetros al suroeste de Amorgos, con una profundidad de 5 kilómetros, y se sintió hasta en Atenas. Aunque los expertos han notado una disminución gradual de los temblores, el gobierno griego mantiene el estado de emergencia en varias islas, incluyendo Santorini e Ios, donde las escuelas seguirán cerradas.
Desde finales de enero, se han registrado más de 16.900 temblores de magnitud superior a 1 en la zona, lo que ha generado preocupación por la actividad volcánica en Santorini.
El ministro de Protección Civil anunció la creación de un puerto de escape en caso de emergencia, mientras los científicos observan signos de ascenso de magma en el volcán de Nea Kameni y el de Columbo, lo que ha provocado el desplazamiento de la isla de Santorini.
Los expertos explican que los terremotos recientes son resultado de la interacción entre la actividad volcánica y el movimiento de placas tectónicas. Aunque consideran poco probable un sismo de gran magnitud, como el de 1956 que generó un tsunami de 30 metros, advierten que la actividad sísmica en la región podría prolongarse durante semanas o incluso meses.
Ese temblor no quiere soltar a Grecia, un mes entero moviéndose.
Si ya van más de 16 mil temblores, el suelo debe estar como un colador.
Santorini está preciosa, pero con el volcán activo cualquiera se lo piensa.
El que anda de vacaciones por allá tiene que andar con un pie afuera.
Si en Atenas se sintió, eso no fue un temblorcito cualquiera.
Con las escuelas cerradas, hasta la educación está temblando.
Entre placas tectónicas y volcanes, el susto no se le quita a nadie.