Damasco. Las autoridades sirias decretaron un toque de queda en las ciudades de Homs, Latakia y Tartus, luego de intensas protestas y enfrentamientos entre efectivos de seguridad y seguidores de la rama chií alauí, vinculados al depuesto presidente Bachar al Asad. Según diversas fuentes, los disturbios dejaron múltiples muertos y heridos.
El toque de queda se aplicará desde las 18:00 horas de este miércoles hasta las 08:00 del jueves, según anunció la Administración de Homs. La medida se extiende también a las localidades de Jabla y Banyas, en la región costera de Tartus, donde el Ministerio del Interior reportó “violentos enfrentamientos” y “varias bajas”, sin precisar cifras.
Fuentes locales informaron que al menos dos personas murieron en Tartus, mientras que el Observatorio Sirio de Derechos Humanos elevó el balance a seis fallecidos en enfrentamientos ocurridos en las afueras de la ciudad.
Las protestas se desataron tras la difusión en redes sociales de un video que muestra el incendio de la tumba del jeque Abu Abdulá al Khusaiby, una figura religiosa venerada por los alauíes, en Alepo. Las autoridades aseguraron que el video es antiguo y que su circulación busca provocar conflictos sectarios en una etapa crítica para Siria.
El Mando de Operaciones Militares, responsable de derrocar a Al Asad el pasado 8 de diciembre, anunció que sus fuerzas “neutralizaron grupos ilegales” en Latakia y Tartus y reforzaron la seguridad en Homs. Según sus comunicados, continuarán operativos para evitar cualquier intento de “desestabilizar la seguridad”.
Tartus y Latakia, zonas de mayoría alauí, han sido epicentros de las protestas, mientras que en la aldea de Jirbet Al Maaza, en Tartus, se reportaron enfrentamientos previos entre fuerzas del Mando de Operaciones y residentes que rechazaban registros domiciliarios. Al menos seis personas murieron, y las fuerzas de seguridad arrestaron a decenas de habitantes, según el Observatorio.