El nuevo gobierno sirio denunció que 14 policías murieron y 10 resultaron heridos en una emboscada realizada por fuerzas leales al depuesto presidente Bashar al-Assad en Tartous.
El ataque ocurrió tras las tensiones provocadas por un video de vandalismo en un santuario alauita que desató protestas en varias ciudades del país. En respuesta, las autoridades lanzaron una operación contra las milicias pro-Assad, logrando neutralizar a varios combatientes.
La situación en Siria sigue siendo delicada, con tensiones en regiones clave como Latakia, Tartous, Homs y Alepo. Mientras el nuevo gobierno refuerza la seguridad para evitar enfrentamientos, las minorías religiosas temen por su futuro bajo la nueva administración, aunque se han prometido medidas para proteger sus derechos.
En paralelo, las tensiones aumentan en Manbij, donde fuerzas kurdas intentan recuperar el control de la región frente al avance del Ejército Nacional Sirio apoyado por Turquía.
Además, una delegación iraquí se reunió con las nuevas autoridades sirias para tratar la seguridad fronteriza, destacando la complejidad del panorama en el país tras la caída de Al-Assad.