Los fiscales de Serbia han acusado a 13 personas, incluido el exministro de Infraestructura, por el derrumbe del techo de una estación de tren en Novi Sad, que dejó 15 muertos.
El accidente ocurrió el 1 de noviembre cuando un toldo de hormigón recientemente renovado colapsó, causando indignación y protestas en todo el país por la supuesta corrupción y negligencia en proyectos de construcción.
Entre los acusados están funcionarios, diseñadores y supervisores del proyecto, quienes enfrentan cargos por delitos graves contra la seguridad general y construcción irregular.
La Fiscalía ha solicitado prisión para 10 de los detenidos y la reaprehensión de tres liberados. El incidente también provocó la renuncia de Goran Vesic, exministro de Infraestructura, junto a otros altos funcionarios, aunque Vesic niega responsabilidad directa.
Las protestas en Serbia continúan exigiendo justicia, dimisiones de altos cargos y una investigación transparente. Miles de personas se han manifestado en Belgrado, con estudiantes uniéndose al movimiento y paralizando universidades. El presidente Aleksandar Vucic ha prometido que los responsables rendirán cuentas.