Senegal celebra elecciones parlamentarias anticipadas, con el presidente Bassirou Diomaye Faye buscando una mayoría en la Asamblea Nacional para implementar las reformas prometidas tras su victoria en marzo.
Más de siete millones de senegaleses están habilitados para votar, enfrentando preocupaciones como la inflación, el desempleo y una creciente deuda nacional. La jornada electoral se desarrolla en un contexto de tensiones políticas y sociales tras la disolución del parlamento en septiembre por parte de Faye.
El partido gobernante, Pastef, liderado por Faye y su primer ministro Ousmane Sonko, busca afianzar su agenda panafricana de izquierda, que incluye diversificar relaciones económicas y revisar contratos de hidrocarburos y pesca.
Sin embargo, el camino no ha sido fácil, ya que una oposición fortalecida ha bloqueado las reformas propuestas, provocando frustración entre los ciudadanos.
La coalición opositora, que incluye al expresidente Macky Sall y al alcalde de Dakar, Barthélemy Dias, representa el mayor desafío para las aspiraciones del gobierno.
Senegal enfrenta una crisis de deuda y dificultades económicas mientras revisa un programa del FMI. Pese a las críticas por la lentitud en cumplir promesas, analistas consideran que los senegaleses suelen confirmar a su presidente en las parlamentarias.
El resultado de estas elecciones será crucial para determinar el futuro de las reformas y la estabilidad política del país.
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