Rusia, Ucrania y Estados Unidos acordaron en Riad garantizar una «navegación segura» en el mar Negro, evitando el uso de buques comerciales con fines militares y eliminando el uso de la fuerza. Además, pactaron medidas para prohibir ataques contra instalaciones energéticas en ambos países.
EE. UU. se comprometió a ayudar a Rusia a recuperar su acceso al mercado de exportaciones agrícolas y fertilizantes, mientras que con Ucrania acordó facilitar intercambios de prisioneros, liberar civiles y gestionar el regreso de niños trasladados a la fuerza. Washington reiteró la necesidad de cesar la violencia y continuar negociaciones para una paz duradera.
Rusia, por su parte, exigió garantías de seguridad para reactivar la Iniciativa del Mar Negro, que permitía la exportación de cereales desde puertos ucranianos hasta su suspensión en 2023.