Rusia ha informado que sus Fuerzas Armadas repelieron un contraataque ucraniano en la provincia de Kursk, utilizando artillería y apoyo aéreo. Según el Ministerio de Defensa ruso, el ataque tenía como objetivo detener el avance ruso en la región.
Las fuerzas rusas lograron destruir dos tanques, un vehículo de combate de zapadores y siete vehículos blindados ucranianos cerca del poblado de Berdín, a 70 kilómetros de Kursk.
La operación sigue en marcha, con ataques dirigidos a varias brigadas ucranianas y grupos de defensa territorial en la provincia. Las bajas ucranianas en esta ofensiva incluyen miles de soldados, así como la pérdida de cientos de tanques, vehículos blindados, piezas de artillería y lanzamisiles.
El Ministerio de Defensa ruso asegura que estos combates forman parte de su estrategia de consolidación en la región. Las cifras reportadas incluyen la destrucción de 273 tanques y más de 1,400 vehículos blindados ucranianos. El avance ruso en Kursk subraya la intensificación del conflicto en áreas cercanas a la frontera entre ambos países.