La noche del jueves, las fuerzas de defensa aérea de Rusia derribaron 121 drones lanzados por Ucrania, según el Ministerio de Defensa ruso. Los ataques se concentraron en varias provincias, incluyendo Moscú, Crimea y Leningrado, donde se detectaron múltiples vehículos no tripulados.
El ataque masivo abarcó regiones como Briansk, Kursk, Rostov, Voronezh, y otras. La respuesta rusa evitó daños mayores, destacándose la efectividad de sus sistemas antiaéreos en neutralizar los drones ucranianos.
Posteriormente, se informó sobre un incidente adicional en Leningrado, donde otros tres drones ucranianos fueron destruidos. Este es uno de los mayores ataques aéreos reportados en el conflicto hasta la fecha.