El Ministerio de Defensa de Rusia informó sobre una serie de ataques dirigidos contra la infraestructura militar y energética de Ucrania, esenciales para el funcionamiento de su complejo militar-industrial.
Las acciones incluyeron bombardeos a aeródromos y equipos bélicos en 132 áreas estratégicas, utilizando aviación táctica, misiles, artillería y drones.
Estos ataques buscan debilitar la capacidad operativa militar ucraniana en medio del conflicto.
Además, los sistemas de defensa rusos interceptaron múltiples proyectiles y drones lanzados por Ucrania, incluyendo un misil Neptún, dos cohetes HIMARS y 45 drones.
La semana pasada, Rusia también reportó el derribo de 10 misiles ATACMS de fabricación estadounidense y varios vehículos aéreos no tripulados, reflejando la escalada tecnológica en los enfrentamientos.
El Ministerio de Defensa ruso destacó la captura de 34 militares ucranianos, 17 de ellos en la provincia de Kursk, como parte de los operativos recientes.
Este desarrollo subraya la intensificación de las hostilidades y el intercambio constante entre ambas partes, en un conflicto que sigue escalando tanto en el terreno como en la estrategia.