El diputado ruso Andréi Kolésnik señaló que la OTAN y Ucrania podrían estar implicadas en el ataque contra el carguero ruso Ursa Major en el mar Mediterráneo el 23 de diciembre. Según Kolésnik, el incidente presenta las características de un ataque terrorista «bien preparado», con el uso de una mina magnética o de vacío que detonó en la sala de máquinas, la parte más vulnerable del buque.
El Ursa Major sufrió tres explosiones consecutivas que causaron una brecha en la banda de estribor. De los 16 tripulantes rusos a bordo, 14 fueron rescatados y trasladados al puerto español de Cartagena, mientras que dos permanecen desaparecidos. La compañía propietaria, Oboronloguístika, calificó el incidente como un acto terrorista.
El buque, diseñado para transportar cargas pesadas y maquinaria, había salido de San Petersburgo el 11 de diciembre con destino a Vladivostok. El ataque, que ocurrió en aguas internacionales, subraya las tensiones geopolíticas en la región y genera acusaciones entre Rusia, la OTAN y Ucrania.