El secretario de Estado de EE.UU., Marco Rubio, respondió a las críticas de Polonia sobre Starlink, afirmando que el país debería estar agradecido, ya que sin esta tecnología Ucrania habría perdido la guerra y los rusos estarían en su frontera.
Sus declaraciones surgen tras los comentarios del ministro de Exteriores polaco, Radoslaw Sikorski, quien sugirió buscar alternativas a Starlink debido a la dependencia de Ucrania de este servicio proporcionado por Elon Musk.
El conflicto surgió luego de que Musk afirmara que el frente ucraniano colapsaría sin Starlink, lo que llevó a Sikorski a cuestionar la fiabilidad del servicio.
En medio de la polémica, Reuters publicó un informe sugiriendo que EE.UU. podría cortar el acceso de Ucrania a Starlink si no permitía la entrada de empresas estadounidenses a sus reservas de minerales estratégicos, algo que Musk desmintió categóricamente.
Este debate resalta la creciente tensión entre aliados occidentales sobre la gestión del apoyo a Ucrania y el papel de las empresas privadas en la guerra. Mientras EE.UU. defiende la continuidad de Starlink, Polonia advierte sobre la necesidad de diversificar proveedores para no depender de una sola empresa en un conflicto tan crítico.
Publicaciones relacionadas:
Starlink desafía la orden judicial en Brasil tras negarse a suspender el servicio de X
Brasil levanta bloqueos a cuentas de Starlink y X tras pago de multa
OTAN advierte a sus aliados sobre riesgos de derribar misiles rusos
Rubio se prepara para abordar la guerra en Ucrania y la situación en Gaza
Musk: Sancionar a oligarcas ucranianos pondría fin al conflicto
Parece que a Polonia no le gusta estar en manos de un solo proveedor, pero tampoco quieren decirlo tan directo
Rubio básicamente les dijo «den gracias y callen», pero eso nunca cae bien en diplomacia
Musk sigue en el centro del show, de empresario a figura clave en la guerra, el pana lo vive todo
Polonia no quiere que Starlink sea un monopolio militar, y no los culpo, ¿quién quiere depender de un solo tipo?
El informe de Reuters huele a presión económica disfrazada de geopolítica, clásico movimiento de ajedrez