El presidente de la Real Federación Española de Fútbol, suspendido por la FIFA, denuncia ser víctima de «un linchamiento político y mediático sin precedentes».
El presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales, ha emitido este viernes un comunicado en el que arremete contra el Gobierno por no garantizar «la separación de poderes», al tiempo que insiste en que el beso que dio en la boca a la futbolista Jenni Hermoso tras la final del Mundial femenino fue consentido.
«El pasado día 20 de agosto cometí algunos errores evidentes, de los que me arrepiento sinceramente, de corazón. Es verdad que por tales errores he pedido perdón, porque era justo; y ahora lo vuelvo a hacer con humildad», señaló el funcionario, al que la FIFA suspendió durante 90 días de su cargo.
Rubiales subraya en el comunicado que el beso que propinó a Hermoso —que aseguró en un comunicado que se sintió «vulnerable y víctima de una agresión— fue «un acto mutuo y consentido, producto del gran entusiasmo» tras el triunfo del combinado español en el Mundial femenino de Australia. «En ningún momento hubo agresión alguna, es más, tan siquiera hubo la más mínima incomodidad, sino un júbilo desbordante en ambos», señaló.
Convencido de ello, el presidente suspendido de la RFEF dice sentirse víctima de «un linchamiento político y mediático sin precedentes», al tiempo que expresa su preocupación por el hecho de que «algunos de quienes deben proclamar y contribuir a garantizar la separación de poderes en nuestro país, se empeñen en tomar parte y presionar en mi contra, en lugar de dejar que la justicia actúe con todas las garantías, manteniéndose al margen».
«Falta grave» y no «muy grave»
Rubiales hizo estas consideraciones después de que el ministro de Cultura y Deportes en funciones, Miquel Iceta, anunciara este viernes que el Consejo Superior de Deportes (CSD) pedirá al Tribunal Administrativo del Deporte (TAD) una «medida cautelar» para suspender temporalmente a Rubiales.
De este modo, Iceta, se pronunció sobre la decisión del TAD, dictada este mismo viernes, de abrir un expediente disciplinario a Rubiales por una infracción que califica de «falta grave». Esto implica que el CSD no podría suspender como presidente de la RFEF a Rubiales, ya que para ello se requería que el TAD considerara el acto como «falta muy grave» y no «grave».
Tras el fallo del TAD, el propio Rubiales destacó que seguirá defendiéndose «para demostrar la verdad» y mostró su confianza «en la independencia de los órganos donde se debe dirimir» la situación.
Además del expediente del TAD, Rubiales se enfrenta a otro caso abierto por la FIFA, así como a diligencias de la Fiscalía por un posible delito de «agresión sexual», que podría derivar en un proceso penal.
Tras estallar el escándalo, Rubiales se negó a dimitir, pese a la avalancha de llamamientos que hicieron en esa dirección diferentes líderes políticos y organizaciones feministas en España.
La suspensión de Luis Rubiales por parte de la FIFA es una señal de que se toman en serio las acusaciones en su contra, lo cual es positivo para la integridad del deporte.
El beso a Jenni Hermoso debió haberse evitado, ya que las muestras de afecto en público pueden malinterpretarse.
El comunicado de Rubiales muestra humildad al admitir errores y pedir perdón, lo cual es un paso importante hacia la reconciliación.
La insistencia de Rubiales en que el beso fue consentido puede ser vista como una defensa legítima de su conducta.
La apertura de un expediente disciplinario por parte del TAD demuestra que se está siguiendo un proceso legal adecuado para resolver el caso de Rubiales.