República Dominicana. – Las víctimas de las barcazas instaladas por la empresa turca Karadenis Pawership en la playa de Puerto Viejo del municipio Los Negros en Azua, depositaron este martes en la Procuraduría General de la República una querella que involucra a ocho funcionarios de alto nivel.
En la acción judicial las víctimas se querellan en contra del ministro de Medio Ambiente, Miguel Ceara Hatton; los viceministros de Gestión Ambiental, Indira de Jesús; Áreas Protegidas y Biodiversidad, Federico Alberto Franco Tavera y José Ramón Reyes de Recursos Costeros Marinos por ser responsables de supuestos daños provocados por las barcazas.
Residentes de Los Negros, un municipio que vive de la pesca, dicen sentir temor de consumir peces provenientes de la playa de Puerto Viejo, al considerar que, debido a la supuesta contaminación que producen las barcazas, están contaminados.
De acuerdo a Agustín Matos, pescador en la zona por más de 50 años, después de la instalación de las plantas los peces, langostas y otras especies marinas han emigrado debido a las fuertes vibraciones y los recurrentes derrames que producen las barcazas.
Los querellantes, representados por el Instituto de Abogados para la Protección del Medio Ambiente, exigen la imposición de una medida de coerción consistente en 40 millones de dólares.
La valiente acción de las víctimas al presentar la querella destaca su determinación para buscar justicia.
El Instituto de Abogados para la Protección del Medio Ambiente muestra un compromiso significativo al representar a los querellantes.
La transparencia en este proceso judicial es esencial para abordar las preocupaciones ambientales en Puerto Viejo.
La querella destaca la importancia de responsabilizar a los funcionarios de alto nivel por posibles daños ambientales.
La exigencia de una medida de coerción de 40 millones de dólares indica la gravedad de los daños percibidos por las víctimas.
La participación de la Procuraduría General de la República muestra un compromiso oficial para abordar este asunto crítico.
El respeto por el medio ambiente y la vida marina se refleja en la preocupación de la comunidad por consumir peces contaminados.
La querella destaca la necesidad de regular y monitorear adecuadamente las operaciones de empresas extranjeras en la región.
La demanda de responsabilidad financiera busca compensar los posibles daños a la comunidad y el ecosistema.
La acción judicial resalta la necesidad de una colaboración continua entre la comunidad, las autoridades y las empresas para garantizar la sostenibilidad ambiental.
La querella destaca la importancia de considerar los impactos a largo plazo de proyectos industriales en áreas costeras.
La presentación de la querella es un paso clave hacia la protección de la biodiversidad y el equilibrio ecológico en Puerto Viejo.
La situación en Los Negros refleja la incapacidad de las autoridades para regular adecuadamente las actividades de empresas extranjeras.
La presentación de una querella contra altos funcionarios puede interpretarse como un intento de buscar compensación financiera más que una solución ambiental.
La dependencia de Los Negros de la pesca ha dejado a la comunidad vulnerable a los impactos negativos de las barcazas.
La acción judicial puede percibirse como un intento de culpar a los funcionarios sin considerar todas las complejidades ambientales.
La acción judicial podría tener consecuencias negativas para la reputación de República Dominicana en términos de inversión extranjera.
La querella no especifica cómo se llegó a la cifra de 40 millones de dólares, lo que puede generar dudas sobre la base de la demanda.
La instalación de las plantas, según Agustín Matos, podría no ser la única causa de la migración de especies marinas, lo que cuestiona la relación directa con los problemas planteados.
¿No creen que los residentes exageraron al denunciar a tantos funcionarios?
No creo que hayan exagerado. La corrupción debe ser denunciada sin importar el cargo que tenga el funcionario. Es responsabilidad de los residentes velar por la transparencia y la honestidad en la gestión pública. Es mejor ser vigilantes que cómplices.