En una votación que se extendió durante toda la noche, los senadores republicanos de EE.UU. aprobaron un marco presupuestario de 340,000 millones de dólares que impulsará la agenda de inmigración de la administración Trump.
El paquete fue aprobado con 52 votos a favor y 48 en contra, con el apoyo de la mayoría republicana y el rechazo total de los demócratas. Esta medida busca destinar fondos cruciales para las deportaciones masivas y la seguridad fronteriza, dos de las principales prioridades del presidente Trump.
El senador Lindsey Graham, presidente del Comité de Presupuesto, destacó que este paso es fundamental para comenzar a cumplir con los objetivos del mandatario.
El proceso legislativo fue difícil y estuvo marcado por varias enmiendas propuestas por los demócratas, quienes intentaron bloquear la medida, incluyendo la solicitud de exenciones fiscales para multimillonarios.
Sin embargo, la mayoría republicana logró avanzar en la votación, enfrentando las críticas de los opositores, incluidos los demócratas, que advirtieron que la lucha sobre el presupuesto apenas comenzaba.
El líder demócrata del Senado, Chuck Schumer, señaló que este acuerdo era solo el inicio de una discusión que podría extenderse por meses, lo que indica que el proceso legislativo será largo y complicado.
El presupuesto aprobado por el Senado representa una victoria para el Partido Republicano y el presidente Trump, quien se ha mostrado dispuesto a avanzar con su agenda de inmigración y seguridad.
Este paquete es solo el primer paso de una serie de iniciativas que incluyen recortes fiscales masivos, así como una posible reducción en los gastos en atención médica.
Aunque la Casa Blanca ha expresado su apoyo a la estrategia de trabajar primero en la seguridad fronteriza, la aprobación del paquete debe pasar por más etapas legislativas antes de convertirse en ley.
Trump sigue metiendo presión con la inmigración, no baja la guardia.
Con ese presupuesto, las deportaciones van a coger fuego.
Los demócratas la tienen difícil, pero no se van a quedar tranquilos.
Lindsey Graham siempre está ahí, firme con la agenda republicana.
Ese pleito en el Senado va a durar meses, esto es solo el calentamiento.
A los inmigrantes en EE.UU. esto les prende todas las alarmas.
Trump sigue asegurándose de que su base lo vea cumpliendo promesas.