Las autoridades del régimen venezolano han anunciado el despliegue de 1,200 efectivos de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) en Caracas, asegurando que su propósito es garantizar la “defensa y seguridad” durante la controvertida toma de posesión de Nicolás Maduro, programada para el próximo 10 de enero.
El coronel Alexander Granko Arteaga, de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (DGCIM), destacó la movilización como un acto de respaldo al líder chavista. “Estamos aquí para garantizar la paz y la victoria. El 10 de enero nosotros también nos juramentamos con él”, afirmó, al tiempo que insistió en que el país “está amenazado” y que la FANB ha realizado operaciones contra mercenarios con “fructíferos resultados”.
Las elecciones presidenciales de julio pasado, en las que Maduro se autoproclamó ganador, han sido ampliamente cuestionadas por fraude, según la oposición, que asegura contar con actas que confirman la victoria del líder opositor Edmundo González Urrutia.
González, actualmente exiliado en España, ha reiterado su intención de regresar a Venezuela para asumir la presidencia el mismo día 10 de enero. “No revelaré ni el día ni la forma en la que volveré, pero voy a tomar posesión”, declaró, desafiando las amenazas de detención por parte del régimen chavista.
En medio de la creciente tensión, el presidente argentino, Javier Milei, recibió este sábado a González en la Casa Rosada, reafirmando su respaldo al líder opositor. La comunidad internacional permanece dividida, con países como Brasil enviando representación oficial a la juramentación de Maduro, mientras otros líderes exigen una transición democrática en Venezuela.