El presidente ruso Vladímir Putin abordó la posibilidad de que el mundo esté en una Tercera Guerra Mundial, subrayando que no es necesario alarmar a nadie, aunque admitió que las amenazas crecen con la escalada de Occidente.
Putin aseguró que Rusia siempre responderá a los desafíos mientras busca compromisos, pero sin ceder en sus intereses nacionales.
Respecto a las relaciones con Occidente, Putin señaló que su normalización es posible si la otra parte lo desea, destacando que Moscú nunca ha perdido el interés en dialogar. Sin embargo, recordó que en el pasado, intentos de integración con el «mundo civilizado» resultaron en el debilitamiento de Rusia, lo que ahora rechaza categóricamente.
Putin enfatizó que cualquier relación con otros países debe basarse en la igualdad y en la protección de los intereses nacionales rusos, sin permitir que se repitan errores del pasado que perjudicaron al país.