Decenas de miles de personas han tomado las calles de Israel tras la destitución del ministro de Defensa, Yoav Gallant, por parte del primer ministro, Benjamín Netanyahu, quien argumentó “brechas significativas” en la conducción de la guerra y desacuerdos en decisiones clave de seguridad.
El recién nombrado ministro de Defensa, Israel Katz, ha anunciado como prioridades de la guerra la liberación de rehenes de Hamás en Gaza, la derrota de Hamás y de Hezbolá en el Líbano, y la contención de la agresión iraní.
Las ciudades de Jerusalén, Tel Aviv, Haifa y Cesarea han sido escenario de bloqueos y manifestaciones, convocadas por la organización The Day After con el mensaje: “¡Basta ya!”.
Medios israelíes informan que Netanyahu podría destituir también al jefe del Estado Mayor, Herzi Halevi, y al jefe del Shin Bet, Ronen Bar, generando mayores tensiones en el país.
Ah, claro, ahora en vez de poner policías, van a poner un ejército, como si no supiéramos que las elecciones son el único lugar donde se forman discusiones entre familia.
Bueno, si no se pusieron a tomar medidas antes, ya verán cómo la violencia se va a quedar en un «show» de teleserie.
Oye, ¿y no podían hacer todo eso desde el 2020? Pero no, vamos a esperar hasta que la cosa se ponga fea.
Parece que están más preocupados por el caos en las votaciones que por la cuenta bancaria de los votantes, pero ya tú sabes.
Pero qué raro, hasta ahora le están dando importancia a la seguridad en vez de a las máquinas de votación, ¿será que ya no confían en sus sistemas?
Oye, qué chévere, en vez de una urna de votación, ahora parece que vamos a tener una jaula de protección. ¡Ya me imagino!
Ah, pero eso sí, después que te dan seguridad, ¿quién va a proteger el sentido común? Porque parece que ahí hay un vacío también.
Seguro, a esta altura ya la gente va a ir a votar con cascos, chalecos antibalas, y una póliza de seguro, por si acaso.
Ahora, ¿se podrán votar las elecciones sin tener que contratar un bodyguard? Porque con todas esas medidas uno pensaría que están en un campo de batalla.
¡Mira eso! Un ministro que se va y ya la gente se monta en una protesta como si fuera un carnaval. ¡Eso sí que es un drama político!
El ministro de Defensa se fue, y ahora la gente parece que va a defenderlo como si fuera el último héroe del país. ¡A veces uno no entiende!
Y si lo sacaron por algo serio, ¿por qué entonces la gente está haciendo tanta bulla? Que pongan a alguien que defienda como corresponde, y ya.
Bueno, si se montan protestas masivas por un ministro que se fue, me imagino qué harían si nos pasa algo más grave. ¡Eso sí sería un espectáculo!
Yo no sé si están protestando por el ministro o porque se les acabó el café en la oficina, pero que la cosa está caliente, está caliente.
¡Ay, Dios! Protestas por todo, como si sacaran a un artista del escenario. ¿Y los problemas de fondo, cuándo los van a resolver?
Ya verán cómo las protestas se vuelven tan grandes que hasta se forman partidos políticos nuevos. Esto en cualquier momento se convierte en otro reality show.
Lo peor es que el tipo se fue, pero las protestas siguen como si fuera a regresar mañana. ¿Realmente tienen algo que ganar con tanto lío?
Si en vez de protestar por todo el revuelo político, se dedicaran a resolver las cosas tranquilos, ya fuera otra historia, pero parece que no.