República Dominicana. – Un trágico suceso ocurrió la mañana de este lunes en el residencial Elio Franco, sector Sabana Perdida, cuando Juan Antonio Solano Betances, de 65 años y docente del colegio Profesor Medina, fue asesinado de varios machetazos.
Gladys Fortuna Solano, hermana de la víctima, expresó entre lágrimas que desconoce el motivo detrás de la tragedia que ha dejado consternada a la comunidad. Vecinos del área describieron a Solano Betances como una persona honesta y trabajadora, que no tenía conflictos conocidos, mucho menos con su agresor.
El presunto atacante, identificado como José Andrés Rodríguez Castro, de 39 años, ha sido detenido por las autoridades para ser investigado y enfrentar las consecuencias legales de sus actos.
Juan Bautista Brito, presidente de la Asociación Dominicana de Profesores en Santo Domingo Norte, lamentó profundamente el hecho y solicitó a las autoridades que tomen medidas urgentes para esclarecer el crimen y garantizar la seguridad en el área.
El asesinato de Solano Betances ha generado una ola de tristeza y preocupación entre sus colegas y vecinos, quienes esperan que se haga justicia y se esclarezca el motivo detrás de este violento acto.
Cristo!
¿A donde iremos a parar con tanta violencia?
Este tipo de violencia es impactante y lamentable, especialmente cuando la víctima es alguien que dedicaba su vida a educar a los jóvenes
Es increíble que algo tan brutal haya ocurrido. Un profesor, alguien que debería estar educando y guiando a la comunidad, asesinado de esta manera. Es un verdadero desastre.
Este tipo de violencia en nuestras comunidades es inaceptable. La noticia de la muerte de este profesor es una tragedia que pone en evidencia la necesidad de fortalecer la seguridad y la prevención de conflictos
Es doloroso ver cómo la violencia se apodera de lugares donde debería haber paz y educación. Espero que se esclarezcan los motivos detrás del ataque y que la familia del profesor reciba el apoyo que necesita en este difícil momento
La detención del agresor es un paso importante, pero no puede devolverle la vida al profesor. Este incidente resalta la necesidad de abordar problemas de violencia de manera más efectiva y garantizar que no vuelva a suceder algo similar.
La comunidad de Sabana Perdida debe estar en shock. Perder a un profesor de esta manera es una pérdida inmensa para todos, y se necesita un esfuerzo colectivo para tratar de prevenir futuros actos de violencia