El primer cohete orbital lanzado desde Europa continental, el Spectrum de la empresa alemana Isar Aerospace, se estrelló 30 segundos después de despegar desde la base de Andøya, Noruega. El cohete empezó a oscilar, giró y cayó al mar sin causar daños.
Pese al fracaso, la compañía calificó la prueba como un «éxito» porque validaron su sistema de interrupción de vuelo. Isar Aerospace ya trabaja en dos nuevos cohetes y busca mejorar su diseño.
El intento refleja la apuesta de Europa por la independencia espacial, tras perder acceso a los lanzadores rusos y enfrentar retrasos en el Ariane 6. Empresas emergentes como Isar Aerospace compiten con gigantes como SpaceX en el sector de lanzamientos comerciales.