Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Adultas Privadas de la Libertad y a Adolescentes Infractores (SNAI) informó que presos de seis cárceles de Ecuador mantienen secuestrados a 57 guardias penitenciarios y policías en protesta por operativos de seguridad de la fuerza pública en las prisiones.
En medio de una jornada violenta por el estallido de dos carros bomba en Quito, el organismo rector de los reclusorios indicó este jueves en un comunicado que siete policías y 50 agentes carceleros “están retenidos en seis centros de privación de libertad”, sin dar mayores detalles sobre lo sucedido.
Más temprano el ministro de Interior, Juan Zapata, había indicado que todos los guardias estaban retenidos en la prisión de Cuenca, donde los reclusos protestan desde el miércoles por la presión policial.
Estos episodios son parte de la creciente ola de violencia en la que está inmerso Ecuador, lo que ha hecho que el país pase en cinco años de 5,8 a 25,32 homicidios intencionales por cada 100.000 habitantes en 2022, la cifra más alta de su historia, con recurrentes asesinatos y matanzas vinculadas al crimen organizado y al narcotráfico.
Es inaceptable que los presos secuestren a guardias penitenciarios y policías en Ecuador, poniendo en peligro la seguridad en las cárceles.
Las protestas de los reclusos deben ser abordadas de manera pacífica y dentro del marco legal, sin recurrir a la violencia.
El aumento de la violencia en Ecuador es preocupante y requiere una respuesta efectiva por parte de las autoridades.
La presión policial en las prisiones puede ser necesaria para mantener el orden y la seguridad, pero debe hacerse de manera respetuosa de los derechos humanos.
Es fundamental encontrar soluciones a largo plazo para abordar las causas subyacentes de la violencia en el país y reducir la delincuencia organizada y el narcotráfico.