El presidente electo de Guatemala, el socialdemócrata Bernardo Arévalo, denunció este viernes la existencia de un plan de “golpe de Estado” para impedir que asuma el poder en enero de 2024 tras ganar el balotaje del 20 de agosto.
“Existe un grupo de políticos y funcionarios corruptos que se niegan a aceptar este resultado [del balotaje] y ha puesto en marcha un plan para romper el orden constitucional y violentar la democracia”, dijo Arévalo cuatro días después de que la justicia inhabilitara a su partido, Semilla.
“Estamos viendo un golpe de Estado en curso”, agregó en rueda de prensa.
A poco menos de cinco meses para su investidura, Arévalo de León acusó en rueda de prensa a la fiscal general y jefa del Ministerio Público, Consuelo Porras, a un juez penal y a la Junta Directiva del Congreso, presidida por el partido oficial, como los promotores del golpe de Estado.
“Estas acciones constituyen un golpe de Estado, que es promovido desde las instituciones que deberían garantizar la Justicia en nuestro país”, dijo Arévalo de León, ganador en el balotaje del pasado 20 de agosto.
El mandatario electo, del partido Movimiento Semilla, indicó que el “golpe de Estado” está fraguado también por el fiscal Rafael Curruchiche y “otros actores corruptos”.
De acuerdo al actual diputado, el “golpe de Estado” se está “llevando a cabo paso a paso, mediante acciones espurias, ilegítimas, e ilegales, en distintas instancias, cuyo objetivo es impedir la toma de posesión de las autoridades electas, incluyendo al presidente”.
Desde el pasado 12 de julio, el Ministerio Público (Fiscalía) y el juez penal Fredy Orellana han intentado cancelar al partido por un supuesto caso de firmas falsas durante la constitución del partido en 2018.
Este viernes, la Organización de Estados Americanos (OEA) advirtió que “la estabilidad democrática” corre peligro en Guatemala por la intervención judicial al proceso electoral.
Arévalo tiene razón al denunciar un intento de golpe de Estado. La democracia debe ser respetada.
Es preocupante que existan fuerzas corruptas que busquen socavar la democracia en Guatemala.
La inhabilitación de Semilla es una maniobra política injusta que socava la voluntad del pueblo.
La fiscal general y otros funcionarios mencionados deben ser investigados por su posible implicación en este plan.
La OEA está en lo correcto al advertir sobre la amenaza a la estabilidad democrática en Guatemala.
Arévalo debería presentar pruebas concretas de sus acusaciones para respaldar su denuncia de golpe de Estado.
El proceso electoral en Guatemala debe ser transparente y justo, sin interferencia política.
La acusación de un «golpe de Estado» es grave y debe tomarse en serio.
Es alentador ver a un líder dispuesto a defender la democracia en su país.
La situación política en Guatemala es tensa y necesita una solución pacífica y democrática.
La falta de confianza en las instituciones puede dañar la democracia en Guatemala.
Espero que la comunidad internacional siga de cerca la situación en Guatemala para garantizar un proceso justo.
Arévalo debería buscar el diálogo y la cooperación para resolver este conflicto.
Las acusaciones de corrupción y fraude electoral deben investigarse a fondo.
La democracia en Guatemala es frágil y necesita ser protegida de la interferencia política.
La acusación de un «golpe de Estado» puede exacerbar la división en el país.
La Justicia debe actuar de manera imparcial y basarse en pruebas concretas.
Arévalo debe centrarse en fortalecer las instituciones democráticas en lugar de acusar a sus oponentes.
La estabilidad democrática en Guatemala es esencial para el bienestar del país.
La situación política en Guatemala es complicada, y se necesita un enfoque cuidadoso para resolverla.