El mandatario brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, anunció este miércoles que inició un operativo de seguridad «para combatir el crimen organizado», del que harán parte las Fuerzas Armadas y la Policía Federal.
Según precisó el mandatario en X, el plan contempla nueve medidas, que incluyen un decreto «para garantizar el orden público» en los puertos de Río de Janeiro, Santos e Itaguaí, así como en los aeropuertos de Galeão y Guarulhos, lo que correrá por cuenta de efectivos castrenses y policiales. Además, la Marina brasileña y la Policía Federal se desplegarán en las bahías de Guanabara y Sepetiba, en el puerto de Santos y en el lago de Itaipú.
La operación también estipula el reforzamiento aéreo y terrestre de todas las fronteras del país, con especial énfasis en los límites de los estados de Paraná, Mato Grosso y Mato Grosso do Sul con Bolivia y Paraguay.
A estos efectos, los ministerios de Defensa y de Justicia y Seguridad «presentarán un plan de modernización tecnológica para las actividades de la Policía Federal, Policía Federal de Carreteras, Policía Federal Criminal, Ejército, Armada y Fuerza Aérea, con el objetivo de mejorar las operaciones en puertos, aeropuertos y fronteras», precisó Da Silva.
Adicionalmente, se prevé un incremento de la presencia policial y militar en las carreteras de São Paulo, Río de Janeiro, Mato Grosso, Mato Grosso do Sul y Paraná, y «se mantendrá el personal extra» que ya vigila los caminos en Río de Janeiro.
El operativo integrado abarca además la ampliación de «las acciones de inteligencia y operaciones de detención e incautación de bienes pertenecientes a las pandillas, especialmente en Río de Janeiro», así como investigaciones «con el objetivo de debilitar el poder financiero» de las bandas del crimen organizado.
Lula detalló que los avances serán evaluados por un comité de seguimiento conformado por miembros de las Fuerzas Armadas y la Policía Federal, que operará «bajo la coordinación del Ministerio de Justicia y Seguridad Pública y el Ministerio de Defensa».