Las fuerzas militares rusas, específicamente la agrupación de tropas Vostok, utilizaron el mortero autopropulsado Tulpán de 220 mm para destruir un puente controlado por las fuerzas armadas de Ucrania.
El ataque tuvo lugar en una zona de la operación militar especial en Ucrania, y se logró gracias a la precisión del ajuste de disparos, que se realizó con la ayuda de un dron. Además de la destrucción de la infraestructura, el ataque también causó bajas en las tropas ucranianas.
El mortero Tulpán es reconocido por su poder destructivo, capaz de atravesar muros de hasta un metro de grosor. Este ataque se une a una serie de operaciones militares en las que las fuerzas rusas han utilizado este potente armamento para infligir daños significativos a las fuerzas ucranianas y sus instalaciones estratégicas.
El Ministerio de Defensa de Rusia difundió imágenes del ataque, mostrando el impacto de los proyectiles y la devastación causada en el área. La destrucción del puente no solo ha dejado sin acceso a las fuerzas ucranianas en esa zona, sino que también representa un golpe estratégico para Kiev en la continuidad de su defensa.