La Policía alemana desmanteló un negocio de drogas encubierto que operaba desde una pizzería en el casco antiguo de Dusseldorf. El establecimiento prosperaba gracias a su popular “pizza número 40”, cuyo ingrediente secreto resultó ser cocaína.
El restaurante levantó sospechas en marzo durante una inspección alimentaria, lo que llevó a las autoridades a vigilarlo de cerca.
El gerente del local, de 36 años, intentó deshacerse de las drogas al arrojar una bolsa desde su ventana, que cayó en manos de los agentes. En la redada se incautaron 1,6 kilos de cocaína, 400 gramos de cannabis y 268.000 euros en efectivo.
A pesar de ser liberado inicialmente, el hombre reabrió el negocio y volvió a vender la famosa “pizza 40” con cocaína, lo que permitió a la Policía desmantelar una red de narcomenudeo, arrestando a tres personas más y desarticulando dos plantaciones de cannabis. El gerente fue detenido cuando intentaba huir del país.