El gobierno de Perú declaró estado de emergencia en Lima debido a la creciente ola de violencia, desplegando tropas para patrullar la capital por 30 días. La decisión se tomó tras el asesinato del cantante de cumbia Paul Flores en un ataque extorsivo contra un autobús, lo que generó indignación pública. Bajo esta medida, la policía y el ejército podrán realizar detenciones con menos restricciones.
El país enfrenta un aumento de asesinatos, extorsiones y ataques a espacios públicos, con 459 homicidios y más de 1,900 denuncias de extorsión solo en los primeros meses del año. La presidenta Dina Boluarte ha sugerido la pena de muerte para los criminales, mientras la oposición busca destituir al ministro del Interior, alegando falta de un plan contra la violencia.
Esta no es la primera vez que Perú recurre a estados de emergencia para enfrentar crisis de seguridad. La medida restringe derechos como la libertad de reunión y movimiento, permitiendo operativos más agresivos por parte de las fuerzas del orden. El Congreso debatirá en los próximos días la moción de censura contra el ministro responsable de la seguridad.