En tan solo una década, el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), fundado por Andrés Manuel López Obrador (AMLO), se ha convertido en el partido más poderoso de México. Los resultados de las elecciones recientes confirman este ascenso, con el oficialismo obteniendo una victoria contundente en los cargos más importantes de los 20,000 en juego.
La victoria más destacada fue la de Claudia Sheinbaum, quien ganó la presidencia con alrededor del 60% de los votos, superando con creces al 28.6% obtenido por su rival Xóchitl Gálvez, según el conteo rápido del Instituto Nacional Electoral (INE). Además, Morena también retuvo la capital del país, con Clara Brugada ganando la jefatura de gobierno con cerca del 50% de los votos, 10 puntos por encima de su competidor más cercano, Santiago Taboada.
Este resultado histórico significa que, por primera vez en 200 años, los dos puestos más poderosos de México serán ocupados por dos mujeres de izquierda. Ambos triunfos representan un cambio generacional en la política mexicana, ya que ni Sheinbaum ni Brugada militaron previamente en el Partido Revolucionario Institucional (PRI), que monopolizó el poder durante siete décadas consecutivas.
La coalición «Sigamos Haciendo Historia», integrada por Morena, el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) y el Partido del Trabajo (PT), ha logrado hasta ahora 346 de los 500 escaños en la Cámara de Diputados y 76 de los 128 en el Senado. Esto convierte a Morena en la fuerza mayoritaria en ambas cámaras, con una veintena de senadurías y al menos 233 diputaciones.
Aunque no alcanzaron los dos tercios necesarios para realizar reformas constitucionales por sí solos, liderarán los debates y la agenda parlamentaria. En cuanto a las gubernaturas, Morena también obtuvo victorias en varios estados clave, incluyendo Chiapas, Morelos, Puebla, Veracruz, Tabasco y Yucatán. La oposición, por su parte, retuvo solo dos gobiernos: Pablo Lemus del Movimiento Ciudadano en Jalisco y Libia García de la alianza PRI-PRD-PAN en Guanajuato.
Estos resultados consolidan el poder de Morena, una organización que AMLO creó como parte de su segunda campaña presidencial en 2012 y que se registró formalmente como partido un par de años después.
En un tiempo récord, Morena ha desplazado gradualmente a los partidos tradicionales de México, asegurando la continuidad del proyecto de López Obrador, que será liderado por Sheinbaum a partir del 1 de octubre.