El obispo Joseph E. Strickland, quien criticó en varias ocasiones al papa Francisco por hacer que la Iglesia católica fuera más flexible en la acogencia de los miembros de la comunidad LGBTQ; Joseph, denunció fue apartado del cuidado pastoral de la diócesis de Tyler (estado de Texas, EE.UU.), expuso el sábado la oficina de prensa de la Santa Sede mediante un comunicado.
La decisión de despedir al obispo se tomó tras una «visita apostólica» de dos obispos a la diócesis de Tyler en junio ordenada por el pontífice, reporta Vatican News. «Como resultado de la Visitación», se recomendó a Francisco que la continuación en el cargo del obispo Strickland «no era factible».
La resolución del papa ha generado fuertes críticas en diversos sectores de la comunidad religiosa. El Instituto Lepanto, una organización que se describe como la defensora de la iglesia católica, comparó al sumo pontífice con un «dictador» por tomar la decisión de retirar al obispo «sin disposición de ley».
Por su parte, Carlo Maria Viganò, un arzobispo católico italiano retirado, tildo la acción del papa de «forma cobarde de autoritarismo», así como de «tiranía escandalosa. «Este asunto revelará quién está con la verdadera Iglesia de Cristo y quién elige estar con Sus enemigos declarados», agregó el sacerdote en una publicación de X.
Strickland ha criticado públicamente al papa Francisco por su intento de cambiar la posición de la Iglesia sobre cuestiones sociales, como los derechos de las personas transgénero y el matrimonio entre personas del mismo sexo. Por ejemplo, en enero de este año, Francisco, cuyo papado comenzó en 2013, afirmó que ser homosexual «no es un delito», aunque «sí es un pecado».
Estoy sorprendido por la decisión del Papa Francisco. Creo que la Iglesia debería ser un lugar de diálogo y respeto, incluso si hay desacuerdos.
Como católico, apoyo la decisión del Papa de apartar al obispo Strickland. La Iglesia debe evolucionar para ser más inclusiva y acogedora.
No estoy de acuerdo con la decisión del Papa. La diversidad de opiniones debería ser permitida en la Iglesia.
La comparación del Instituto Lepanto con un ‘dictador’ es exagerada. El Papa tiene la responsabilidad de guiar la Iglesia hacia un camino de amor y comprensión.
La acción del Papa es un recordatorio de que la Iglesia necesita adaptarse a los tiempos. Apoyo la inclusión y el respeto hacia la comunidad LGBTQ.
Viganò tiene razón al llamar cobarde la acción del Papa. La Iglesia debería defender sus principios, no ceder a las presiones externas.
Es triste ver cómo la Iglesia se divide por opiniones. Espero que encuentren una manera de reconciliarse y trabajar juntos por el bien común.
La decisión del Papa destaca la lucha interna en la Iglesia. Es crucial encontrar un equilibrio entre tradición y progresismo para mantener la cohesión.
Strickland debería haberse adaptado a los cambios propuestos por el Papa. La rigidez en las opiniones no ayuda a construir una Iglesia más compasiva.
Independientemente de las opiniones, espero que la Iglesia encuentre la manera de sanar estas divisiones. La fe debería unir, no separar.
La diversidad de opiniones dentro de la Iglesia es reconocida y tratada de manera respetuosa.
Es positivo ver que la Iglesia aborda las críticas internas y busca soluciones que promuevan la unidad.
La postura del Papa puede inspirar conversaciones más abiertas sobre temas LGBTQ dentro de la Iglesia.
La comunidad LGBTQ puede ver esto como un paso positivo hacia la aceptación y la igualdad en la Iglesia católica.
Es alentador ver que la Iglesia busca ser más flexible y acogedora hacia la comunidad LGBTQ.