El presidente de Panamá, José Raúl Mulino, anunció la llegada del primer avión con 119 migrantes deportados desde Estados Unidos como parte de un programa de cooperación con Washington.
La operación, organizada por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), contempla la llegada de al menos otros dos vuelos con un total estimado de 360 personas. Los migrantes, provenientes de países como China, Uzbekistán, Pakistán y Afganistán, son alojados temporalmente en hoteles antes de ser trasladados a un albergue en la región de Darién.
Mulino destacó que la frontera con Darién se mantiene en calma, registrando una reducción significativa del flujo migratorio en los primeros meses del año. En enero ingresaron 2,229 personas, mientras que en lo que va de febrero la cifra es de 233.
Por otro lado, el mandatario panameño confirmó que ha mantenido contactos indirectos con el presidente estadounidense Donald Trump para coordinar acciones en materia migratoria y de seguridad.
En cuanto a la política exterior, Mulino explicó la reciente decisión de Panamá de retirarse de la Iniciativa de la Franja y la Ruta china, asegurando que se trata de una evaluación estratégica sin intención de afectar las relaciones diplomáticas con Pekín.
Aunque China expresó su descontento con la medida, el presidente reafirmó que los lazos comerciales y diplomáticos entre ambos países se mantienen sin alteraciones. Panamá prioriza su alianza con Estados Unidos, su principal socio comercial y usuario del Canal de Panamá.