Panamá llegó a su partido en el Grupo A del Clásico Mundial de Béisbol necesitando una victoria para mantener vivos sus sueños de llegar a Tokio, mientras que una derrota de Italia lo pondría contra la pared.
Una combinación de cuatro lanzadores puso ceros en la pizarra para el equipo de Panamá, iniciando con el ex lanzador de Ligas Menores Harold Arauz.
El derecho jugó cuatro entradas – tal como su manager Luis Ortiz había esperado antes del juego – ponchando a tres, mientras que permitió sólo dos hits. Humberto Mejía hizo dos más y el lanzador Alberto Baldonado hizo otros dos. Javy Guerra cerró el partido en el noveno.
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