Un tribunal militar en Pakistán condenó a 25 civiles a penas de entre dos y diez años de prisión por su participación en ataques a instalaciones militares durante los disturbios tras el arresto del ex primer ministro Imran Khan en 2023.
Las autoridades calificaron los incidentes como «terrorismo político» y aseguraron que buscan castigar también a los responsables intelectuales. Sin embargo, grupos de derechos humanos, como Amnistía Internacional, consideran el fallo una táctica para silenciar la disidencia.
Imran Khan, ex primer ministro y líder del partido Pakistan Tehreek-e-Insaf (PTI), enfrenta múltiples cargos judiciales que él denuncia como políticamente motivados. Desde su destitución en 2022, Khan ha sido encarcelado varias veces, y su partido ha sufrido una amplia represión.
A pesar de esto, el PTI ganó la mayoría de los escaños en las elecciones de febrero, aunque fue excluido del poder por una coalición cercana al ejército.
El fallo del tribunal militar llega en un contexto de tensiones crecientes, con nuevas protestas de seguidores del PTI en Islamabad.
Khan enfrenta ahora acusaciones adicionales en un tribunal antiterrorista, lo que intensifica la crisis política en el país.
Esa condena parece más una venganza política que justicia real
Los derechos humanos siguen siendo ignorados en estos casos
Imran Khan sigue siendo el objetivo de un sistema que lo quiere callar
El PTI no deja de resistir, aunque los ataques siguen siendo duros
Este tipo de condenas solo aumentan la tensión en un país ya complicado
El sistema judicial debería ser imparcial, pero parece estar jugando a favor del poder
Esto solo pone más leña al fuego de la crisis política que vive Pakistán
Se siguen violando derechos mientras se intenta silenciar la oposición
La represión no va a resolver nada, solo va a empeorar las cosas
Es una lástima ver cómo se usan los tribunales como herramientas políticas