Desde el 9 de septiembre, el estado mexicano de Sinaloa ha sido escenario de una alarmante ola de violencia que ha cobrado la vida de al menos 98 personas, en el marco de un intenso conflicto entre bandas criminales.
Según el balance de la Coordinación Interinstitucional en Seguridad Nacional, se han registrado más de 200 denuncias por delitos como robo de vehículos y desapariciones forzadas en solo 19 días, además de la detención de al menos 45 personas, incluido Mario Alexander Gámez Cuevas, alias ‘El Piyi’, señalado como jefe de seguridad de ‘Los Chapitos’, una facción del Cártel de Sinaloa.
Uno de los enfrentamientos más destacados tuvo lugar el 21 de septiembre, cuando las fuerzas federales se enfrentaron a sicarios en los departamentos Clamont, en la zona de Tres Ríos. Este enfrentamiento dejó un saldo trágico de tres civiles muertos y tres militares heridos.
Recientemente, el viernes por la noche, se descubrió en Culiacán una camioneta abandonada con seis hombres sin vida, envueltos en plástico negro. Al día siguiente, civiles armados bloquearon la maxipista Mazatlán-Culiacán con al menos cinco vehículos incendiados, en respuesta a los enfrentamientos entre grupos armados y el Ejército mexicano en el sur del estado.
La situación en Sinaloa ha sido agravada por la reciente pelea interna por el liderazgo en el Cártel, entre Ismael ‘El Mayo’ Zambada y ‘Los Chapitos’. A finales de julio, ‘El Mayo’ fue detenido en un aeropuerto de Texas, lo que desató tensiones y especulaciones sobre su secuestro por parte de Guzmán López, uno de ‘Los Chapitos’.
Esta situación ha llevado al presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, a señalar a Estados Unidos como responsable de los enfrentamientos, por haber detenido a Zambada de manera unilateral.
Oye, la situación en Sinaloa está bien encendida, ese conflicto entre ‘Los Chapitos’ y ‘El Mayo’ tiene la cosa fuera de control.
Cuando el gobierno de EE.UU. se mete en esos líos, como con la detención de ‘El Mayo’, las cosas siempre se ponen peores, compadre.
Esos sicarios no le tienen miedo a nada, bloquearon carreteras y prendieron vehículos como si fuera una película de acción.
Uno se pregunta cómo es que la seguridad no puede controlar esa violencia, pero con tantos bandos peleando, la cosa está difícil.
No es solo Sinaloa, ese tipo de violencia afecta a todo el país, pero aquí es como si fuera el epicentro del caos.
Y esa guerra interna en el Cártel de Sinaloa, con ‘Los Chapitos’ queriendo el poder, está trayendo más muertos que nunca.
Imagínate, secuestrar a alguien como ‘El Mayo’ Zambada, eso no es cualquier cosa, ese hombre es un pez gordo en el narcotráfico.
López Obrador siempre echándole la culpa a EE.UU., pero la cosa en México también está fuera de control, no hay quién pueda con eso.
Culiacán ya está acostumbrado a este tipo de violencia, pero lo que está pasando ahora es una verdadera tragedia para la gente común.
¿Y qué decir de esos pobres civiles atrapados en medio? Nadie merece vivir con esa incertidumbre de no saber si vas a llegar a casa.
Todo el mundo sabe que con la detención de Zambada, los de ‘Los Chapitos’ se van a poner más violentos, eso ya lo hemos visto antes.
Esos carteles tienen un control increíble, hasta las carreteras las cierran como si fueran de ellos, un poder casi absoluto.
Ahora están empezando a tirar cuerpos envueltos en plástico negro, eso es una señal de que la cosa está fea y seguirá empeorando.
Los militares están haciendo lo que pueden, pero cuando te enfrentas a gente que no tiene nada que perder, la cosa se pone difícil.
Esa lucha por el liderazgo del cartel está trayendo más muertos que nunca, pero siempre ha sido así con el narcotráfico en México.
Eso de casi 100 muertos es una locura, hermano. La violencia no para y la gente no entiende.
Esa tierra tan rica en cultura y tradiciones se ha visto ensombrecida por la violencia. Es una pena.
La gente común está sufriendo. Esos tiroteos y asesinatos crean un ambiente de miedo que no debería existir.
Necesitan un plan serio para controlar esta situación. La vida de la gente no puede estar en riesgo así.
Cada muerte es una familia que queda rota. Eso no se puede medir con números, es un dolor profundo.