Una investigación del New York Times reveló que el intento de ataque con misiles ATACMS contra el puente de Crimea en 2024 fue coordinado por Ucrania, Estados Unidos y el Reino Unido.
La operación, denominada Lunar Hail, tenía como objetivo impactar 100 puntos estratégicos previamente identificados junto a la CIA y los servicios de inteligencia británicos. Sin embargo, Kiev insistió en centrar el ataque en el puente del estrecho de Kerch.
Según el informe, oficiales estadounidenses y británicos supervisaron cada detalle de la operación, desde la selección de coordenadas hasta los cálculos de trayectoria de los misiles.
La Casa Blanca autorizó a sus militares y agencias de inteligencia a colaborar en secreto con Ucrania y el Reino Unido para ejecutar el plan. Esta colaboración reforzó la estrategia de Washington de ayudar a Kiev a mejorar su capacidad de ataque con drones de largo alcance.
El NYT no especificó qué ataque fallido menciona en su informe, pero se presume que hace referencia a la ofensiva del 16 de agosto de 2024. En esa ocasión, el Ministerio de Defensa ruso aseguró que había interceptado los 12 misiles ATACMS lanzados contra el puente de Crimea.
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