El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, apoyó la destitución de alrededor de 1.000 reservistas y veteranos de la Fuerza Aérea que firmaron una carta pidiendo el fin de la guerra en Gaza.
La carta argumenta que la ofensiva israelí pone en peligro a los rehenes retenidos por Hamás y que responde más a intereses políticos que de seguridad. Netanyahu los calificó como un grupo «marginal y extremista» que debilita a las fuerzas armadas.
La misiva, firmada por altos mandos, pilotos activos y retirados, causó revuelo en el ámbito político y militar israelí. Aunque no promueve la negativa a servir, exige priorizar la liberación de los rehenes mediante un acuerdo de alto el fuego.
El ejército respondió llamando a los firmantes para que se retractaran; sin embargo, la mayoría se mantuvo firme, lo que llevó al Estado Mayor y al Colegio de Abogados de la Fuerza Aérea a ordenar su destitución.
El trasfondo de este conflicto refleja una creciente presión interna sobre Netanyahu, acusado de prolongar la guerra para preservar su posición política.
Mientras tanto, las cifras en Gaza siguen aumentando dramáticamente, con más de 61,000 muertos según las autoridades locales, sumando miles de desaparecidos bajo los escombros. Las familias de los cautivos reclaman un acuerdo inmediato para salvar vidas, mientras la guerra continúa sin señales claras de tregua.
Si tú destituyes a 1,000 militares por pedir paz, ¿entonces a quién tú quieres en el frente? ¿a los que quieren guerra eterna?
Netanyahu ta’ como los tígueres que no quieren soltar el cargo… aunque se esté quemando todo.
Eso no fue una cartica cualquiera, ¡eso fue la Fuerza Aérea hablándole de frente!
¿Y qué es eso? ¿Ahora opinar diferente es traición? Diablo, qué democracia tan rara.
Mientras más presión interna hay, más él se agarra del conflicto pa’ no soltar el sillón.